La escuela en tiempos de pandemia

¿PORQUÉ FALLAN LAS PLATAFORMAS DE E-LEARNING Y PORQUÉ CUALQUIER INTENTO DE TRATAR DE LLEVAR A LA EDUCACIÓN POR ESE CAMINO SERÁ UN DESPERDICIO DE RECURSOS?

Estamos ante una situación inédita en la historia de la humanidad. Mientras transitamos tiempos de híper comunicación vivimos días en soledad aislados físicamente para poder evitar la propagación de una amenaza biológica que no nos ataca solamente como individuos, sino que su poder más letal es el de atacarnos como sociedad, colapsando nuestros sistemas y tirando por el piso todos los logros en bienestar y acceso a la salud que construimos durante cientos de años.

Paradoja de las paradojas: en la época de la híper comunicación, la conexión infinita a través de Internet, la proliferación de redes sociales y apps de todo tipo, y el millón de amigos de alcance inmediato viralización mediante, la soledad se ha convertido en la nueva epidemia. A tal punto que el Foro Económico Mundial (WEF, su sigla en inglés) la incluyó este año entre las tres grandes amenazas para la economía global, junto con el clima extremo y las vulnerabilidades económicas alrededor del planeta.

A esta epidemia de soledad hoy la oscurece una pandemia.

En nuestro país (Argentina) por primera vez en muchas décadas se comenzó a trabajar antes que otras naciones del mundo en medidas de contención, siendo la más consensuada por cientos de científicos el distanciamiento social extremo. Esto obligó a realizar un parate total de cientos de actividades entre las cuales está la educación que incipientemente comenzaba a transcurrir un nuevo ciclo lectivo. Hoy (24 de marzo) las noticias informan que la interrupción del ciclo lectivo podría prolongarse incluso más de lo que dure la cuarentena obligatoria.

¿Y ahora? ¿Que hacemos con los educandos?

Es una gran pregunta, pero la antecedería primero con ¿que hacemos con los docentes?

En el año 2020 ¿están los mismos preparados para migrar su sistema educativo a plataformas digitales a los que los alumnos puedan acceder desde sus casas y continuar con la normal trayectoria educativa.?

Mi respuesta es un absoluto NO.

“Para muestra un botón” reza el dicho popular. Arriba se puede ver la captura de pantalla del sitio oficial del Ministerio de Educación de la Nación Argentina con cartel en su portada principal que dice “Estamos actualizando los contenidos del sitio en el marco de la implementación del Decreto7/2019.” Se refiere a un decreto publicado el 10/12/2019, lo que da una pauta de la velocidad de respuesta digital que pueden ofrecer desde este ministerio, ya sea por cuestiones netamente técnicas (cosa que descarto) como por cuestiones administrativas o burocráticas.

Ante esta muestra de la capacidad de reacción no veo que obligados por la urgencia se pueda continuar con algo parecido a “las clases” por alguna vía digital.

Tengan en cuenta que me estoy refiriendo siempre a las instituciones públicas en general. No voy a desconocer que existen instituciones privadas y algunas públicas que son siempre la excepción de toda regla, que utilizan desde hace años plataformas educativas (e-learning) con éxito y que han capacitado tanto a sus docentes, alumnos y padres en las capacidades y ventajas que las mismas proveen.

¿Que SÍ podemos hacer y cual sería mi propuesta?

(aquí me voy a referir particularmente a la situación de la Provincia de Jujuy)

En los últimos años surgieron muchas propuestas educativas de actualización para el sector docente de la provincia. Tanto desde la gestión pública como ofertas privadas. Lamentablemente muchas de las mismas partían de un supuesto inexistente: los docentes pueden generar contenidos que sean atractivos para la generación de educandos a los que se dirigen.

En la actualidad lograr la atención de niños y adolescentes es muy complicado, sobre todo cuando la oferta de entretenimiento digital es infinita y muy variada. Youtube, TikTok, Instagram son plataformas que rebalsan de contenidos. Contenidos buenos, malos, perturbadores, insignificantes, importantes, intrascendentes, virales, etc. etc.

¿Puede un docente competir contra esto? “Tu puedes hacer todo lo que te propones” diría el manual de autoayuda, pero la realidad es que los investigadores concuerdan en el número mágico para lograr la expertise verdadera son 10.000 horas. 

Debilidades:

¿Para que son malos los docentes hoy, o en su gran mayoría cual es su mayor debilidad? La generación de contenidos y más aún si esos contenidos deben crearse en formato digital y más aún si estos deben ser presentados en una plataforma on-line con las correspondientes restricciones y debiendo realizar los ajustes necesarios (calidad de las imágenes, formatos, pesos de los archivos, uniformidad de las extensiones, edición de los audios, edición de videos, manejo de los tiempos de atención en línea, etc. etc. etc.)

Fortalezas:

¿Para que son buenos los docentes? En su gran mayoría (como toda regla) los docentes actuales están preparados para evaluar. Casi cualquier docente de cualquier nivel podrá realizar evaluaciones y cuantificar las metas y objetivos que los alumnos deben alcanzar. También podrán generar un sinfín de propuestas de evaluación de estos objetivos, y si está evaluación tuviera que ser digital, simplemente contando con un procesador de texto (llámese block de notas o word) podría realizarla.

Propuesta:

¡Instalemos un Moodle! ¡NO! Nunca ví un software tan sobrevaluado…

Propongo que no se pierda valioso tiempo ni recursos humanos y económicos en crear alternativas o plataformas de e-learning. Entiendan que por buenas, novedosas, costosas e interesantes que se vean estas plataformas, no van a poder ser alimentadas con contenidos de calidad.

El docente simplemente deberá convertirse en un seleccionador y/o curador de los contenidos que hoy están disponibles al alcance de cualquier dispositivo que esté conectado a internet, ya sea un celular, una tableta, una PC de última generación o una netbook del viejo Plan Conectar Igualdad (sí!, son totalmente funcionales si todavía las tienen).

Luego deberá preocuparse por EVALUAR. Hoy existen muchas opciones para hacerlo de manera remota. Desde un simple documento de texto, pasando por un formulario dinámico, hasta usando sistemas como Zoom que permitirían hasta una evaluación oral por video conferencia.

¿El desafío es grande?, creo que no, pienso que el desafío es mínimo y espero que puedan estar a la altura.