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Reflexiones

Comprando un candidato

En alguna de mis inmersiones en la web me crucé con una frase que decía:

Cuando se descubrió que se podía cobrar por una noticia, se acabó el periodismo.

A esta frase la podríamos modificar por una mucho más perturbadora:

Cuando se descubrió que se podía vender a un candidato, se acabó la democracia.

Algunos coinciden que esto paso en primer debate televisado de la historia (1960) donde se enfrentaron los candidatos Nixon y Kennedy. Setenta millones de norteamericanos se sentaron frente al aparato de tevé en sus casas para oír cada una de las propuestas. Kennedy fue asesorado y tratado como un producto: lo maquillaron, lo vistieron pensado en el contraste y en como resaltar su imagen en blanco y negro. Estaba bronceado y era más joven y atractivo que Nixon que para su desgracia estaba resfriado. Bueno, ya se imaginarán quien ganó.

Desde ese momento, con el triunfo del marketing por sobre las propuestas, la democracia sufrió uno de sus peores males: se convirtió en un mercado donde el candidato es «un producto» el votante es el consumidor. Si a esto le sumamos que el consumidor, es un consumidor desinformado, que no lee las etiquetas, que no posee la suficiente capacidad para ver entre líneas, que no conoce los «trucos» que usan los profesionales para inducir la compra, estamos muy complicados y es por eso que nuestro sistema comienza a hacer agua por todos lados.

Hoy no elegís, estas siendo manipulado para comprar un producto. De la misma manera que te manipulan en el supermercado para que te lleves esa oferta que no tenías pensado “aprovechar”o cuando solo pasás por arroz y terminas con un carrito de $ 2500 .

En Argentina entramos en el momento 0 de las nuevas campañas para las elecciones del 2019 y como en democracia tu voto vale lo mismo que el mio trataré de compartir algunos consejos -que podes tomar o no- desde la experiencia personal de conocer a varios y haber trabajado para algunos.

Estos consejos también son aplicables a la compra de cualquier otro producto.

1) Desconfiá de la publicidad.

No existe la publicidad «100% sincera». Cada spot que veas, cada afiche, cada pieza comunicacional estará pensada para convencerte de algo. Vos sos el «target», por lo que el mensaje está codificado en tu lenguaje, si los responsables de la campaña creen que el producto debe llegar a gente trabajadora, desarrollará una imagen que genere empatía.

En este video el candidato no hizo un alto en su trabajo para grabar «casualmente» la escena. Esta todo guionado, hay luces atrás de cámara, los guantes están levemente sucios, hay cámaras profesionales y muchos detalles extras que demuestran que es un aviso pensado y producido con ese fin.

Si está de moda algún cantante y es del agrado de un gran porcentaje «del target», porque no usarlo para llegar a este público:

Y siempre están los que se van al pasto cuando los asesores le dicen: «tu target quieren alguien fresco, alguien nuevo, que esté en la onda»…

2) Sospecha de los productos que necesitan mucha inversión para posicionarse

Screenshot_2018-12-13 Los cien community managers de Massa y empanadas para el team digital

Con grandes recursos seguramente podrán posicionar un producto y que este sea conocido por un amplio público. Pero esto de ninguna manera asegura que el producto sea bueno. Pensá en Trivago… quién no vio una publicidad de esa empresa, ¿pero alguien usa realmente este buscador para encontrar el hotel ideal?

3) Tratá de distinguir cuando la marca es la misma, simplemente cambia el sabor

Las marcas suelen diversificar sus productos, creando nuevos sabores y combinaciones para que creas que estás eligiendo cuando finalmente estás comprando más de lo mismo.

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4) Antes de comprar investigá el producto

Si estás leyendo esto tenés internet. Si tenés internet podes acceder a un gran archivo que puede sorprenderte con la información que almacena. Googlea, busca en Youtube. Por más que sea de una marca reconocida fijate que dijeron en le pasado sus avisos y sus consumidores.

5) Comprá local, conocido y con menos de 5 ingredientes

Ya no estamos condenados a elegir entre 2 grandes marcas. En estas elecciones seguramente tendremos opciones locales, partidos nuevos, candidatos que no pertenezcan ni respondan al histórico establishment político.

En las primeras líneas (Concejales, Comisionados, Intendentes) deberíamos priorizar aquellos productos realmente locales. Aunque creo que todavía no estamos preparados (sobre todo del lado del producto) también es un buen momento para pensar en contratos sociales, más que solamente confiar en promesas.

Por último, te dejo algunas películas que si bien son ficciones, tienen mucho de realidad.

Por ranajujuy

Especialista en comunicación, medios y manejo de activos digitales.

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