Este artículo se publicó originalmente como columna de tecnología en Jujuy al Día, el único diario de Jujuy que es nativo digital – http://www.jujuyaldia.com.ar
Se aproxima el lanzamiento de una nueva versión del sistema operativo más popular del mundo y también del más pirateado.
Nadie puede negar que Windows significó para muchos la “puerta” de ingreso a la computación personal y no exclusivamente por su interfaz y facilidad de uso, sino por una política bastante blanda en lo que respecta al control de sus licencias y sobre todo en la protección de seguridad para no permitir que pueda ser instalado en cualquier PC.
Aparte de las originales, hoy en la red se pueden conseguir cientos de versiones “crackeadas” o “personalizadas” que se instalan con un simple clic. Tan grande y tan variada es la oferta al alcance de cualquier cursor, que no son pocos los que piensan que Windows es un software gratuito o peor aún, que es la única opción de SO para sus netbooks, notebooks y computadoras de escritorio.
Pero Windows no es gratis señores, es un programa protegido por todas las leyes de copyright que existen a nivel global. Para poder utilizarlo de forma legal es necesario pagar una licencia que nos autorizará a hacer uso de los servicios que este sistema operativo ofrece. (ver Contrato de servicios de Microsoft). Hoy la versión 8.1 -que dentro poco será la penúltima- tiene un costo de $ 860 y $ 1470(1) la que viene con “todos los chiches” .
Gracias a contratos y convenios muchas veces un porcentaje del costo de una licencia ya viene incluido cuando adquirimos una computadora en la que con este sistema pre-instalado. Por desconocimiento y falta de presión de los consumidores latinoamericanos y como si nos sobrara el efectivo, hay muy pocas opciones de compra donde este precio no impacte en nuestros bolsillos y uno tenga la libertad de poder elegir con que sistema quiere usar su nueva computadora personal.
Además de este detalle -que hay que pagarlo-, con la popularización del acceso a Internet, el control sobre la piratería mejora, aunque uno crea lo contrario. Grandes empresas de software están migrando sus versiones a suscripciones online, donde uno tiene que pagar mensualmente para poder usar sus programas, y Microsoft va por ese camino. Dentro de las novedades de la versión 10 está que no contarán con soporte cuando detecten que no es una instalación legal y también advertirán de manera cada vez menos sutil que la copia es pirata:
“Cuando no podamos verificar que Windows está instalado y licenciado como corresponde, pondremos una marca de agua en el escritorio para notificar al usuario. Si ven esa marca en un equipo comprado nuevo, deben devolverlo a la tienda y solicitar uno con una versión genuina.”
En conclusión, sería bueno que tengas en cuenta que para usar Windows hay que pagarlo ya que en un futuro cercano ya no será tan simple “su uso gratuito” (ilegal), que comiences a ahorrar o que evalúes conocer otras alternativas, que las hay y muy buenas.
1 – Precios de la tienda oficial de Microsoft Argentina.